Cuando oyes hablar de la universidad, es posible que pienses en las películas. Pero, ¿Qué deberías esperar en realidad? Es posible que recibas un mapa del campus y una lista de clubes en tu orientación, pero nadie te da realmente la primicia. He aquí algunas cosas que me gustaría saber antes de ir a la universidad.
Todo el mundo está en la misma situación que tú.
Es fácil olvidar que todo el mundo allí está igual que tú: nervioso, fuera de su zona de confort y con ganas de hacer nuevos amigos.
El comienzo de la universidad es el momento de ser amable, confiado y abierto a conocer gente nueva. Y puedes sentirte menos intimidado si recuerdas que ellos están en la misma situación que tú y probablemente agradecerán que les hayas tendido la mano.
Aprende a lidiar con los compañeros de piso.
No es fácil vivir en la misma habitación que alguien, por muy bien que se lleven. Desde la coordinación de los horarios de sueño hasta la posibilidad de recibir invitados, tener un compañero de piso requiere una comunicación constante y un compromiso.
Tanto si eliges vivir con alguien que ya conoces como con alguien nuevo, ser directo, abierto y considerado puede ayudar a construir una relación satisfactoria con tu compañero de piso.
La cerveza y el licor tienen más calorías de las que crees.
Cuando oyes hablar de los 15 años y del aumento de peso en la universidad, probablemente pienses en la comida del comedor y en los pedidos nocturnos de pizza.
Pero no te olvides de las calorías que contiene el alcohol. (Para los mayores de 18 años, por supuesto.) La cerveza tiene unas 153 calorías (consumir cuatro cervezas equivaldría más o menos a un Big Mac), mientras que el alcohol fuerte tiene 97 (sin mencionar las calorías de los mezcladores azucarados como el jugo y los refrescos).
Aunque es fácil dejarse llevar por la apretada agenda, las duras clases, los nuevos círculos sociales y las fiestas, es importante mantener un estilo de vida saludable. Lleva una dieta equilibrada, mantente hidratado, duerme lo suficiente y haz ejercicio con regularidad. Te sentirás mejor física y mentalmente.
Ve un paso por delante.
Tener 18 años y ser libre de hacer lo que te plazca es una mala combinación, sobre todo cuando se trata de compaginar la vida universitaria con las tareas de clase.
Procrastinar la realización de las tareas escolares hasta la noche anterior puede llevar a tener que pasar toda la noche en vela, a un alto nivel de estrés y a bajas calificaciones.
La universidad tiene la capacidad de poner muchas cosas en tu plato a la vez, así que mantente organizado y un paso por delante de tu trabajo.
Sugiero hacer un horario, llevar una lista de tareas y establecer objetivos para el semestre que reflejen tus prioridades. Y hacer que los grandes proyectos sean más manejables dividiéndolos en pequeños pasos para completarlos a lo largo del tiempo.
Conoce a tus profesores.
Puede que sientas que te pierdes entre la multitud, especialmente en las clases más grandes. Estas personas son tu línea de vida para las recomendaciones… es importante que te conozcan.
Preséntate, visítalos durante las horas de oficina, si estudias la carrera de mercadotecnia, ve y hazles preguntas sobre tus cursos e intereses. Sobre la mercadotecnia, las ramas y áreas de oportunidad. Quién sabe, tal vez puedan ponerte en contacto con otros en tu campo o ayudarte a conseguir tu primer trabajo al salir de la universidad.
